The following statement can be attributed to Kyle Bragg, President of 32BJ SEIU:
We mourn with the families who lost their loved ones in the Gilroy, El Paso and Dayton shootings. The recent shootings should be treated as acts of domestic terrorism perpetrated mostly by white supremacists who are emboldened by President Trump.
The appalling violence that took the lives of dozens of people in a 24-hour period is not about video games or mental health. The shootings that have become a horrifying regular occurrence are often about white supremacy and easy access to high-capacity guns.
The Trump administration’s mistreatment of immigrants at the border and his constant attacks on black members of Congress, and all people of color, has fueled this epidemic of white nationalist violence. We stand behind Senator Schumer’s call for the Senate to get back to work and pass sensible gun legislation. No member of Congress should be enjoying a vacation while people are being gunned down. The Senate also must also act to condemn the President’s hateful rhetoric and policies, which have allowed white nationalism and violence to explode. President Trump’s insincere condemnation of white supremacy does nothing to reverse the suffering of black, white, immigrant, Jewish, Muslim and many others who have lost their loved ones.
32BJ sobre las balaceras masivas y el supremacismo blanco
La siguiente declaración se puede atribuir a Kyle Bragg, Presidente de la 32BJ SEIU:
Estamos de luto con las familias que perdieron a sus seres queridos en las balaceras de Gilroy, El Paso y Dayton. Estas recientes balaceras deberían ser consideradas actos de terrorismo doméstico, perpetrados por la mayor parte por supremacistas blancos que se sienten envalentonados por el Presidente Trump.
La espantosa violencia que apagó las vidas de docenas de personas en un lapso de 24 horas no tiene nada que ver con juegos de video o salud mental. Estas balaceras que se han vuelto una horrorosa y frecuente ocurrencia tienen que ver muchas veces con la supremacía blanca y el fácil acceso a armas de alta capacidad.
El abuso del gobierno de Trump contra los inmigrantes en la frontera y sus ataques constantes a los Congresistas afro-americanos y toda la gente de color, ha alimentado esta epidemia de violencia nacionalista blanca. Nosotros respaldamos el llamado del Senador Schumer para que el Senado regrese a sesión y debata y apruebe una ley sensata sobre las armas. Ningún miembro del Congreso debería disfrutar de vacaciones mientras la gente cae abaleada. El Senado debe asimismo actuar para condenar la retórica y las políticas odiosas del Presidente, que han permitido que el nacionalismo blanco y la violencia estallen así. La insincera condena del Presidente Trump respecto a la supremacía blanca no hace nada por revertir el sufrimiento de afro-americanos, blancos, inmigrantes, judíos, musulmanes y muchos otros que han perdido a sus seres queridos.